¡Nieve!

Esta semana nos llevamos una gran alegría. El miércoles, cuando nos despertamos y miramos por las ventanas ¡había nevado y estaba todo blanquito!

¡Llegamos tan nerviosos a clase! Y es que en nuestro pueblo no suele nevar casi nunca y fue un placer ver las calles, los coches, los campos... blancos.

Laura nos propuso una idea. Cogimos una sarten de la cocinita y un botellín de agua vacío. Salió fuera y vimos como cogía nieve del recreo.



Metimos la nieve en el botellín y observamos el color, el sonido que hacía al moverla, el peso de la botella y también lo que ocupaba la nieve.



Y hablamos de lo que podía suceder cuando pasara un rato.

La mañana la tuvimos bastante ocupada. Pero observamos la botella en varias ocasiones.

La primera vez, ya no parecía nieve, parecía hielo y al tocarla un poquito, era diferente que cuando la metimos. No era tan blanca, era casi transparente, y se había unido en un bloque, ocupando menos espacio y también hacía más ruido al moverla.



Cuando llegó la hora del recreo, en la botella pudimos ver que ese hielo ya era agua y ocupaba mucho menos que al principio. Toda se había derretido.
Y es que la nieve, al fin y al cabo es agua.



Esto de la nieve...es curioso. Es agua que se convierte en copitos cuando hace mucho frío, pero no el frío que sentimos nosotros, si no en esa capa que estamos aprendiendo que hay rodeando a la Tierra, la atmósfera (allí hace mucho más frío).

¿Qué os ha parecido la experiencia?




2 comentarios:

  1. Que suerte, por aquí no vemos la nieve. La actividad sencillamente genial.

    Te dejo un premio en mi blog, pásate si quieres recogerlo:

    http://pequeniosmonstruitos.blogspot.com.es/2015/02/premio-al-mejor-blog-amigo.html

    ¡¡Un saludo monstruoso!!

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    1. Muchas gracias Irene. A los chicos les encantó. No hay nada como aprovechar algo que ocurre de manera inesperada para vivenciar algunas experiencias y que estas sean más significativas para ellos.
      Un beso.

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